Es una habilidad pre-lectora básica para la adquisición de la lectoescritura que se desarrolla entre los 3 y los 8 años. Consiste en la capacidad para analizar y gestionar los sonidos individuales del lenguaje.
Sienta las bases cognitivas que permiten desarrollar una buena escritura, ya que los niños al iniciarla suelen escribir como hablan. Por ello es importante corregir posibles trastornos de los sonidos del habla que puedan aparecer desde edades tempranas.
Encontramos tres niveles de dificultad y actuación dentro de la conciencia fonológica:
Conciencia silábica: destreza para fragmentar las palabras en sílabas y analizarlas. Es un proceso simple ya que podemos percibirlas mediante el oído.
Conciencia intrasilábica: habilidad que permite desmenuzar la sílaba en sus diferentes formantes y trabajar con ellos. Los componentes de la sílaba son: los sonidos consonánticos que dan inicio a la sílaba, la vocal y el sonido consonántico final de sílaba. La palabra tras se dividiría: “tr-“ “a” “s”.
Conciencia fonémica: capacidad para separar y operar con las unidades mínimas del lenguaje, los fonemas.
